Pequeñas victorias I
Cuando pensamos dar un gran paso, queremos asegurarnos que estamos dando el paso correcto antes de lanzarnos al vacio. Pero pensándolo dos veces, ¿Cómo rayos sabemos si estamos dando el paso correcto si no lo intentamos? Si me caigo, esta bien. Empiezo de nuevo. Para eso tengo 20 y algo…para caerme, sin nada que perder. Pero, ¿Y si vuelo? No me gustaría quedarme sentada con la idea en mi cabeza dando vueltas hasta darme cuenta muy tarde que la dejé escapar.
Después de 3 años entre agencias y empresas decidí irme solita como independiente y voy aprendiendo en el camino. A esta edad es el momento perfecto para probar las cosas, descubrir qué nos funciona y qué no, atrapando cada ola y siempre de frente al sol.
Son estos pequeños momentos que valen la pena celebrar. Las pequeñas victorias que nadie más que tu sabe lo que conllevó alcanzarlas.